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NUESTRAS DEMANDAS

1. Basta de escribir las reglas.

Los Grandes Contaminadores no deben tener acceso a la formulación de políticas climáticas. Esto les permite continuar influenciando, debilitando y socavando indebidamente la respuesta global al cambio climático, y es por eso que estamos al borde de la extinción. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático debe establecer urgentemente un Marco de Responsabilidad para poner fin a esta captura corporativa. Como siguiente paso inmediato, a partir de la COP27, se debe exigir a todos los participantes que divulguen y declaren públicamente sus intereses. Los pueblos merecen saber quién está en la mesa de la formulación de políticas y cuál es su verdadera agenda.

2. Basta de financiar la acción climática.

Ninguna asociación con los Grandes Contaminadores ni patrocinios de negociaciones climáticas o acción climática. Ni ahora. Ni nunca. No se debe permitir que los principales contaminadores hagan greenwashing y, literalmente, compren su exención de culpabilidad por una crisis que han causado. Ya se han nombrado dos grandes contaminadores como socios de la COP27: Coca-Cola, el mayor contaminador de plásticos del mundo y un importante bloqueador político de la acción; y Microsoft, el socio tecnológico más grande del mundo para la industria del petróleo y el gas. La CMNUCC siempre fallará en cumplir mientras se considere aceptable.

3. Los contaminadores, fuera; las personas, dentro.

Si bien la sociedad civil siempre ha participado en el proceso de la COP, los gobiernos han hecho cada vez más difícil que las ONG y los movimientos por la justicia climática hagan oír sus voces. Necesitamos una inclusión equitativa y significativa. La acción climática debe ser el centro del liderazgo y de la experiencia vivida de las personas, especialmente para aquellas en la primera línea de la crisis climática. Con las comunidades de primera línea a la cabeza, debemos poner fin a la financiación y validación de distracciones peligrosas y soluciones falsas que promueven las ganancias de los Grandes Contaminadores, permiten sus abusos y garantizan más décadas de uso de combustibles fósiles.

4. Los sistemas cambian.

El capitalismo está destruyendo la vida tal como la conocemos. Es hora de construir una nueva forma de vivir y colaborar que funcione para las personas, no para los contaminadores, y que restaure, en lugar de destruir, la naturaleza. Necesitamos soluciones reales, justas, responsables, con perspectiva de género, dirigidas por la comunidad, restauradoras de la naturaleza, comprobadas y transformadoras que se implementen de manera rápida y justa. Necesitamos una transición total y equitativa fuera de los combustibles fósiles. Necesitamos soluciones reales que pongan en el centro los derechos de los pueblos indígenas, las comunidades locales y la protección de quienes defienden la justicia. Necesitamos poner fin a la impunidad de los abusos corporativos.