Resumen
En su séptima carta a la comunidad internacional, el Presidente Designado de la COP30 coloca al sector privado en el centro del escenario, llamando “a todos los líderes empresariales a unirse al mundo en Belém”. Invitar a las corporaciones a la mesa, incluso llegando a llamar a la acción climática “la Oportunidad Empresarial Definitiva de Nuestro Tiempo”, sin proteger explícitamente contra los inevitables riesgos de lavado verde y conflicto de intereses, es una omisión peligrosa que podría seguir erosionando la credibilidad y la efectividad del proceso climático de la ONU.